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Trump reabre la venta de US Steel a Nippon Steel tras el veto de Biden

El presidente de Estados Unidos se mostró abierto a que la compañía japonesa tomase una participación inferior al 100% en la norteamericana

Donald trump
Miguel Jiménez

US Steel se ha disparado este lunes en Bolsa después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya ordenado volver a examinar la oferta de compra lanzada por la japonesa Nippon Steel y vetada por su antecesor, Joe Biden, por razones de “seguridad nacional”. Trump dijo insistentemente que también se oponía a la operación, pero tras ser elegido presidente mostró su disposición a que el grupo japonés tomase al menos una participación en el icono de la siderurgia estadounidense.

“Ordeno al Comité de Inversión Extranjera en los Estados Unidos (CFIUS) que lleve a cabo una revisión de la adquisición de US Steel por parte de los compradores para ayudarme a determinar si sería apropiado tomar medidas adicionales en este asunto”, dice la orden dictada por Trump.

La revisión del CFIUS se llevará a cabo partiendo de cero y de forma confidencial y entre sus objetivos volverá a estar la identificación de posibles riesgos para la seguridad nacional asociados con la transacción propuesta, pero también el ofrecimiento de “una oportunidad adecuada a las partes para responder a tales preocupaciones”. Esa cláusula aviva la esperanza de que haya finalmente una opración, sea de un alcance u otro.

“En un plazo de 45 días a partir de la fecha de este memorándum, el CFIUS me presentará una recomendación en la que se describirá si las medidas propuestas por las partes son suficientes para mitigar los riesgos de seguridad nacional identificados por el CFIUS. Esta recomendación incluirá una declaración en la que se describa la posición de cada organismo miembro, incluidas las razones de dicha posición”, añade la orden.

US Steel es una empresa icónica fundada en 1901 por J.P. Morgan y Andrew Carnegie. Se trata de un gigante venido a menos que llegó a tener más de 300.000 empleados a mediados del pasado siglo, pero que hoy ronda los 20.000. Tiene su sede en Pittsburgh, la capital industrial de Pensilvania, un Estado muy importante políticamente.

La oferta de compra, valorada en unos 14.100 millones de dólares, fue lanzada a finales de 2023. La operación encontró pronto el rechazo no solo de Biden, sino también de los dos principales candidatos a las elecciones del pasado 5 de noviembre, la demócrata Kamala Harris, y el presidente electo, Donald Trump, que trataban de cortejar a los votantes sindicalizados de dicho Estado. El republicano había prometido vetar la operación al llegar al poder, pero Biden se le adelantó.

La empresa japonesa recurrió a los tribunales la decisión. En febrero pasado, al recibir al primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, en la CAsa Blanca, Trump aseguró que Nippon Steel renunciaba a comprar el 100% de la compañía y que se conformaría con tomar una participación, que no concretó. El presidente dio a entender que estaría dispuesto con eso a levantar el veto a la inversión japonesa.

Una planta de US Steel en Clairton (Pensilvania).

Nippon Steel se había esforzado por asumir compromisos para tratar de vencer las resistencias políticas y sindicales a la compra. La compañía aseguró que los gestores clave y la mayoría del consejo de administración serían estadounidenses en caso de cerrar la operación. El grupo japonés también garantizó el empleo y adquirió el compromiso de dar prioridad a la producción de US Steel para satisfacer la demanda del mercado siderúrgico estadounidense y prometió inversiones multimillonarias. Ofreció a la desesperada que la operación se aprobase con una condición que prohibiese explícitamente reducir la producción, pero ninguno de sus esfuerzos dio resultado.

En su anterior evaluación de la operación, el CFIUS advirtió de que, tras comprar US Steel, Nippon Steel podría reducir la producción nacional de acero, lo que plantearía “riesgos para la seguridad nacional de Estados Unidos”. Entre los sectores más afectados en ese supuesto, el comité señalaba el transporte y la energía. Biden suscribió esa tesis: “Esta adquisición pondría a uno de los mayores productores de acero de Estados Unidos bajo control extranjero y crearía riesgos para nuestra seguridad nacional y nuestras cadenas de suministro críticas”, afirma.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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